Maniobras básicas en combate cerrado |
La evolución de los aviones de caza hizo creer a los políticos y a algunos generales que el combate cerrado entre dos aviones era algo anticuado y en vías de desaparecer. Pero lejos de la realidad, por las limitaciones aún existentes tanto en los cazas como en sus sistemas de guerra, las maniobras del combate cerrado mantienen hoy en día una gran importancia.
Todo empezó el 2 de Junio de 1912 cuando desde un Wright Modelo B pilotado por el teniente Thomas de Witt Milling, el capitán De Forest Chandler disparó una ametralladora Lewis contra un blanco en tierra. La primera arma de fuego había sido utilizada desde un avión para atacar un blanco, en este caso en tierra. Despues aparecio el primer Fokker E.I volando en el Frente Occidental, por el año 1915, dotado de mecanismo de disparo sincronizado, el primer caza como hoy lo entendemos de la era de la aviación.
Estos primeros aparatos descendían desde el sol para situarse a las 6 del aparato enemigo, tan cerca que el patín de la cola del enemigo ocupaba todo el parabrisas, disparaban sus ametralladoras del calibre de un fusil a la vez que accionaban el timón de dirección para extender la ráfaga horizontalmente y ver como su blanco caía envuelto en llamas.
Ha pasado mucho tiempo desde entonces pero muchas de las lecciones que estos pilotos aprendieron en aquellos años siguen siendo empleadas por los nuevos pilotos de caza, y es por eso que nosotros, pilotos virtuales, debemos conocerlas para ser los pilotos de caza del futuro.
Cuando volamos, nuestro avión se rige por unas leyes físicas y es empujado por toda una serie de fuerzas que hacen que nuestra situación inicial se vea alterada por todo aquello que hagamos con los mandos. Es decir, que al empezar un viraje el avión vuela a una velocidad X pero en el transcurso de este aparecerán unas fuerzas de rozamiento y unas resistencias que harán que al final nuestra velocidad sea otra menor o mucho menor dependiendo de cómo lo hayamos hecho. Habremos perdido, pues, parte de nuestra energía cinética. Esto puede ser nuestro final, si no tenemos el suficiente empuje de los motores para volver a la situación inicial, mientras que si por el contrario sabemos aprovecharlo y conocemos bien nuestra envolvente de vuelo podemos volver las tornas en nuestro favor.
¿Como? La explicación es sencilla, si por ejemplo aparecemos a las seis de un caza enemigo mas lento que nosotros, este empieza a virar para evitar nuestro ataque y nosotros intentamos seguirlo, al tener mas energía que él nos quedaremos por fuera de su viraje y a la segunda vuelta nosotros seremos lo perseguidos. ¿Qué podemos hacer?, aprovechar los cambios de energía potencial que nos da la altura y cambiar la energía cinética por esta última. Esto es, si nosotros antes de iniciar el viraje ascendemos, ganaremos energía potencial (más altura) pero perderemos energía cinética (velocidad), lo cual nos conviene porque nos ayudará a permanecer dentro del radio de viraje de nuestro perseguido. La pérdida de velocidad en la trepada inicial en vertical reduce el radio de giro de nuestro avión. Una vez acabada la maniobra descenderemos volviéndonos a su cola, ganando parte de la energía (velocidad) que habíamos perdido en el ascenso y tendremos así una posición ventajosa para el ataque, pese a que el movimiento del defensor se haya movido mas despacio en el plano.
En resumidas cuentas habremos realizado nuestro primer YO-YO rápido.
Esta maniobra no esta libre de peligros ya que si iniciamos el movimiento demasiado tarde deberemos encabritar demasiado el morro para evitar adelantarnos con lo que el defensor tendrá tiempo de picar para romper el contacto, además de perder de vista a nuestro blanco durante la trepada. Pese a todo para un YO.YO bien hecho no hay ninguna maniobra que pueda contrarrestarlo.
Por el contrario, pudiera ocurrir que al iniciar el ataque nuestra velocidad fuera menor con lo que perderíamos al avión enemigo durante el viraje. La forma de contrarrestar esto es picar y emplear la postcombustión para acelerar a la vez que viramos por dentro del radio del enemigo y después ascender en vertical hacia sus seis.
Esto se conoce como un YO-YO lento.
Con esto, cambiando velocidad por altura o altura por velocidad, tenemos dos maniobras básicas que nos permitirán llevar a buen fin cualquier combate que se nos ponga por delate.
Esta es una maniobra que se realizará cuando tengamos un avión a las seis y no consigamos quitárnoslo de esa posición y queramos llegar a forzar una posición ventajosa para el empleo de nuestro armamento.
Una tijera suele ser una maniobra vertical en que se encadenarán en un pronunciado descenso, una serie de virajes de combate y toneles rápidos con los que intentaremos colocarnos a las seis del enemigo. Si pese a todo no lo conseguimos podremos llegar a colocarnos por debajo de nuestro atacante para maniobrar y romper en sentido contrario al ataque.
Si nos vemos sorprendidos por un avión a nuestras seis en posición de ataque lo primero que debemos hacer es un viraje brusco en dirección al ataque con el fin de romper el contacto. No tendremos en cuenta la pérdida de velocidad aerodinámica y lo único que buscaremos es cambiar la geometría del combate. De esta forma es fácil que el atacante se vea forzado a pasarnos aunque probablemente hayamos perdido tanta energía que no estemos en condiciones de volver al ataque.
En definitiva, el buen conocimiento de la envolvente de vuelo de nuestro aparato así como el uso del armamento que dispongamos hará que sobrevivamos o no al próximo combate, sin olvidar que no hay una forma honorable de derribar a un enemigo, sólo hay que derribarlo.